El índice Stoxx Europe 600 subió un 0,4%, aunque siguió en camino a su primera caída semanal desde principios de abril. Las acciones de empresas del sector de viajes y ocio lideraron el crecimiento, mientras que las acciones del sector energético cayeron. Los futuros del S&P 500 subieron modestamente tras la caída del 0,9% del jueves, cuando los mercados estadounidenses estuvieron cerrados debido al festivo del 16 de junio. El petróleo Brent cayó un 2,6%, limitando el crecimiento registrado desde el inicio de la semana. Los bonos del Tesoro se mantuvieron estables, mientras que el índice del dólar se dirigió hacia su segundo día consecutivo de descenso.
Los traders estaban en alerta tras informes de que altos funcionarios de EE. UU. se estaban preparando para un posible ataque contra Irán en los próximos días. Sin embargo, la Casa Blanca declaró que el presidente Donald Trump tomará una decisión dentro de dos semanas y que existe una probabilidad significativa de una resolución diplomática. Mientras tanto, Israel llevó a cabo más ataques contra instalaciones nucleares iraníes el jueves y advirtió que sus acciones podrían conducir a la caída del liderazgo en Teherán, mientras ambas partes esperan la decisión del presidente de EE. UU.
La escalada de tensiones en Oriente Medio sigue siendo el principal problema para los mercados bursátiles. En esta atmósfera de extrema incertidumbre, los traders evalúan febrilmente posibles escenarios de desarrollo. El riesgo de un conflicto a gran escala en Oriente Medio es sin duda un factor grave que puede tener consecuencias catastróficas para la economía mundial. Sin embargo, también existe esperanza en una solución diplomática que podría reducir la tensión y devolver a los mercados a un estado más tranquilo. La decisión del presidente Trump será clave para determinar el futuro de esta crisis. Los inversores esperan con preocupación su anuncio, confiando en la sensatez y la diplomacia. Hasta que no haya claridad, la volatilidad en los mercados se mantendrá elevada y los traders deben tener especial cautela en sus decisiones de La negociación.
En Capital Economics Ltd consideran que algunos escenarios extremos derivados del aumento de la participación de EE. UU. en la guerra entre Israel e Irán podrían llevar los precios del petróleo hasta los 130–150 dólares por barril, especialmente si Irán toma medidas de represalia serias. Tal evolución de los acontecimientos detendría el avance del proceso de flexibilización por parte de los bancos centrales, según afirmaron. Recientemente, la Reserva Federal redujo sus previsiones de crecimiento para este año y pronosticó una inflación más alta.
Los recientes ataques aéreos presentan riesgos para el nuevo panorama del mercado energético; sin embargo, el crecimiento adicional de los precios mundiales de la energía parece, al menos por el momento, estar limitado. Los mercados, por lo general, no tienen en cuenta los riesgos geopolíticos hasta que estalla un incendio, y actualmente no muestran señales de que estén contemplando el peor de los escenarios posibles.
En Japón, el principal indicador de inflación al consumidor se aceleró hasta un nuevo máximo de dos años, mientras el primer ministro Shigeru Ishiba se prepara para las elecciones de verano y el Banco de Japón evalúa la trayectoria de los precios en el país.